jueves, 17 de noviembre de 2011

Highlight that flaw

8 de octubre de 2011

"Conozco los buenos caballos por el pelo y a los jóvenes enamorados por los ojos. El mundo es tuyo. El porvenir se abre ante ti..." - Tolstói




Yo conocí las lágrimas secas, aquellas que manaban de oasis frutos de espejismos no provocados por el asfixiante calor, sino por la asfixiante culpabilidad. No hay pañuelos que consigan borrar el trazo húmedo que dibujan sobre tus pómulos para perderse en las comisuras de tus labios, donde todo comenzó, donde el odio se materializó, donde la mala fe estableció su morada, donde una sonrisa forzada intentó borrar de un plumazo el daño causado.

Pero también conocí las segundas oportunidades, la sensación de volver a la superficie tras un rato demasiado largo en la frías aguas del océano, el tiritar, la piel de gallina por el contacto instantáneo con la realidad que el viento peina y desenreda, como tú solías hacer con las dudas que poblaban mi mente, qué facilidad para disponerlas en finos lazos alineados de una forma bella.

La sencillez es el objetivo, el tomar impulso, saltar y no caer nunca, nuestro tiempo es infinito y nuestras ganas insaciables. Entrelaza tus dedos con mis sueños, inspira mi aliento y expira la fatiga, no entendemos de imposibles, tan solo de un montón de dispersos quizás, y me gusta lo limitado de nuestra filosofía, es lo que la convierte en inimitable...y en nuestra.

Por una vez, alzaré la voz en nombre del egoísmo. Al fin y al cabo, el mundo somos nosotros.

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